“No resulta posible vincular la realidad de este yacimiento, en base a su cronología, ni con las Guerras Cántabras ( 26 a 19 a.C. ), ni con las intervenciones previas realizadas por los generales de Augusto: Statilio Tauro (29 a.C.), Calvisio Sabino (28 a.C.) o Sexto Apuleyo( 27. a.C) como preludio de la gran ofensiva del año 26 a.C. en nuestra opinión es más convincente, a juzgar por las evidencias monetales, buscar su origen en alguna de las campañas lanzadas por los legati de Augusto que gobernaron Hispania en la década anterior.
26 a 19 a .C). “
Para este período, sólo disponemos de la nómina de gobernantes que nos ha sido transmitida por la serie de Acta Triumphalia. Andagoste, como testigo de la campaña de conquista y de confrontación con el mundo indígena, puede queda englobado, junto a otro indeterminado número de hechos bélicos y logros militares, tras alguno de estos triunfos (Salinas de Frías, 1995.106-113; Schulten,1940).
Vemos como posible que bajo los gobiernos de C. Norbano Flaco (36-35 a .C), L. Marco Filipo (34 a .C), que celebran sus victorias de un modo general ex Hispania quede enmascarada la realidad reflejada de Andagoste y por ende, nos ayude establecer un punto cronológico de referencia para la conquista del entorno geográfico próximo: las tierras de Vizcaya, Guipuzcoa, la zona montañosa de Burgos y de Álava.
En este sentido, no faltan objetivos posibles a una unidad militar en Cuartango y alrededores dada la presencia de oppida significados por su entidad y defensas como es el de Caranca, al oeste; Arkiz, al este o el castro de Enmenetu, en el mismo valle. Sin embargo, es, quizás, el intento de acceder y controlar el paso natural hacia la costa cantábrica en su sector oriental la causa principal y el objetivo que explique la presencia de este destacamento romano en tierras alavesas. Todo ello puede situarse en las guerras de conquista de las tierras montañosas del Cantábrico oriental situadas entre cántabros y vascones o como paso previo para el asalto definitivo al solar cántabro, tras la consolidación de este frente oriental en fechas anteriores a las Guerras Cántabras (José Antonio Ocharan Larrondo, Miguel Unzueta Portilla, "Andagoste (Cuartango, Álava): un nuevo escenario de las guerras de conquista en el norte de Hispania", en Arqueología militar romana en Hispania, 2002,
pp-323-324
El tiempo es cercano a la Guerra Cántabra, mucho más que a la presencia de Pompeyo en Pamplona. Y además teniendo en cuenta que la arqueología parece atestiguar una derrota romana (por eso no hablarían mucho de ello imagino: si hubo victorias romanas quizá no fueron muy importantes y quizá fueron derrotas maquilladas de "victorias"). Aunque sí que parece que la guerra cántabra tuvo un eje más oriental, en torno a las fuentes del Ebro, la verdad es que no hay mucha distancia entre un lugar y el otro (unos 150 km: cinco días de marcha a pie).
ErantzunEzabatuPero quizá lo más directamente relacionado fue la revuelta aquitana que mencionaba el otro día (38 a.C.) Estaría bien tener en cuenta que la frontera moderna es un artificio, sobre si hablamos de aquella época previa a la romanización incluso.
Lo que comentaste de la intervención de Agripa en el año 38 en Aquitania me llamó mucho la atención,y creo que es algo que merece la pena en profundizar. Lo que dices de la frontera, evidentemente es así. En la propia cronología que nos da Ocharan habla de que hay una colaboración ("transfronteriza") en el año 56 a. C: Aquitania atacada por Publio Craso, es ayudada por tribus limítrofes (várdulos, ¿caristios?, ¿cántabros?...) antiguos veteranos de Sertorio.
ErantzunEzabatuAlgo que debería ser profundizado también.