Comparecencia de los testigos junto con la Diputada L. Lópezde Lacalle. |
La cuestión arqueológica es vista desde
las declaraciones de esos dos arqueólogos que parece ser, según confiesan, tenía
desacuerdos laborales. Porque se afiliaron a ELA 6 meses antes de decir que
querían abandonar la excavación y necesitaban dicha antigüedad para tener apoyo
del sindicato. Sus quejas sobre los trabajos que realizaban se ven reflejados
en el libro constantemente; como el desempeño de trabajo “de peones” pintando sillas, en los que no estaban de acuerdo.
Por tanto en este marco de
disgusto de la situación laboral no se si sus declaraciones, ya de por si
hartamente sospechosas porque acabaron trabajando para la Diputación, parte de
acusación particular única que actúa en el litigio, pues ya su testimonio, como
voy diciendo pierde muchos enteros en credibilidad. Y con ello, a su vez, el
propio libro de Alberto Barandiaran, que además de ser un altavoz de su dudoso
testimonio, no se dedica a contrastar en otras fuentes lo dicho por ellos.
(Recomiento entrar en la etiqueta inferior)
Lo de los 6 meses de antigüedad es muy sospechoso en el sentido que indica que todo esto estuvo (y seguramente aún está) muy bien atado y se hizo con premeditación y alevosía.
ErantzunEzabatuEn que fecha se afiliaron a ELA o dejaron la excavación? Es para poder paralelizarlo con la secuencia de la denuncia, que parece haber sido planificada con antelación pero sólo ejecutada una vez Knörr murió.
Tienes razón Maju.
ErantzunEzabatuEstos abandonaron el barco en enero del 2007, según el libro de Barandiaran. Luego, seis meses antes es verano-junio del 2006. Dicen que el último día que fueron a trabajar era el 22 de diciembre del 2006. Qué ya pensaban en irse “desde la presentación de los grafitos”, que fue, creo, en junio del 2006.