A finales de noviembre de 2012, fui invitado al País
Vasco para hablar en un congreso sobre trabajos arqueológicos en la ciudad
romana de Iruña-Veleia, a poca distancia de la ciudad de Vitoria-Gasteiz,
siendo yo uno de los principales expertos en materia de estratigrafía en
arqueología, la ciencia que controla la excavación y registro de sitios
arqueológicos y los análisis posteriores del patrimonio portátil de tales
lugares. Aunque habría sido fácil disfrutar de la estima en que se tiene la
"Matriz Harris" en esta materia, al menos entre los vascos, el
propósito del congreso era examinar algunos de los temas que han hecho de
Iruña-Veleia uno de los puntos más controvertidos del mundo.
La cuestión gira en torno a las clases de artefactos
encontradas en el sitio por un equipo de arqueólogos dirigido por Idoia Filloy
y Eliseo Gill, objetos de cerámica, ladrillo y hueso que fueron reutilizados
como tabletas de escritura e inscritos con palabras e imágenes de la época
tardía romana. La información contenida en los artefactos parece haber entrado
en conflicto con los puntos de vista actualmente vigentes sobre los orígenes de
la lengua vasca y otros temas, hasta el punto de que algunos expertos
declararon que fueron falsos, falsificados tal vez por los arqueólogos que los
encontraron. Al parecer, sin pruebas, ni académicas ni de otro tipo, los
arqueólogos han sido condenados sin piedad por los medios de comunicación, algo
que por desgracia suele ser el destino de los falsamente acusados, como el que
tuvo Lord McAlpine(1) recientemente cuando fue difamado por la BBC, nada menos, y perseguido
por ' twitteros ', casi hasta la muerte.
En cuanto a la motivación, no se puede "ir detrás
del dinero", ya que hay, y probablemente siempre habrá, una escasez de la
misma en la arqueología. Una auditoría preliminar sugiere que los arqueólogos
realizaron las excavaciones a los estándares modernos, sobre todo en cuanto al
registro de los artefactos, pero dado que artefactos se pueden mover sin perder
su integridad, es difícil hacer comentarios sobre la ubicación de objetos
después de que haya terminado una “excavación”.
Dada la complejidad de los grafitos, supuestamente
falsificados, todo lo que uno puede decir en este momento es que si los objetos
son falsos, que los autores de este engaño son genios del primer orden, pero
¿quien, como arqueólogo, va a querer ganarse la fama en base de tal tipo de
falsificaciones, cuando lo real es por lo general de un interés mucho más
duradero?
Edward Cecil Harris, MBE, JP, PHD, FSA, es
Director Ejecutivo del Museo Nacional en Dockyard. (1)False allegations of child abuse
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Alistair_McAlpine,_Baron_McAlpine_of_West_Green#Personal_lifeIn November 2012, McAlpine was mistakenly implicated in the North Wales child abuse scandal, after the BBC Newsnight TV programme accused an unnamed "senior Conservative" of abuse. McAlpine was widely rumoured on Twitter and other social media to be the person in question. After The Guardian reported that the accusations were the result of mistaken identity McAlpine issued a strong denial that he was in any way involved, and the accuser, a former care home resident, unreservedly apologised, after seeing a photograph of McAlpine and realising that he had been wrong. The BBC also apologised The decision to broadcast the Newsnight report, without contacting McAlpine first, led to further criticism of the BBC, and to the resignation of its Director-General, George Entwistle The BBC subsequently paid McAlpine £185,000 in damages plus costs. McAlpine is to pursue twenty "high profile" tweeters who had reported or alluded to the rumours.
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